Actividad 1. Lectura y escritura exploradora
Fernando Mora
Ensayo; El cerebro adicto:
Como
empieza Verónica Guerrero; “… hace unas décadas la drogadicción se consideraba
como un problema de moral y falta de voluntad más que una enfermedad…”
Todos conocemos o hemos convivido en nuestra vida
con algún individuo que padece del consumo de las drogas, como sería el alcohol,
tabaco, drogas licitas o ilícitas, sin importar el motivo de su consumo, la
respuesta conductual siempre será similar, la forma de manejarlas cambio en el
momento en que se consideró como una enfermedad de tipo crónica en vez de un
problema de falta de moral y fuerza de voluntad.
Desarrollo:
Durante
el paso del tiempo se ha estudiado la conducta adictiva en el consumo de las
drogas, tales como el alcohol, tabaco, drogas licitas e ilícitas, siendo un
ejemplo de ellas, la marihuana, la cocaína, morfina, anfetaminas, etc. las
cuales se consideraban inicialmente como un problema de falta de moral y
voluntad, la forma de tratarlas cambio posterior a estudios científicos y
experimentales, al observar los cambios orgánicos y funcionales del efecto que
producen las drogas a nivel del tallo cerebral, la corteza cerebral y el
sistema límbico, lo que permitió catalogarla como una enfermedad crónica, que
no solo afecta al individuo mismo, sino al núcleo familiar, social y laboral,
dando como resultado un problema de salud pública. Conocer la historia natural
de la enfermedad permite su clasificación en etapas, se ha mencionado que una
primera etapa inicia cuando se busca una respuesta de euforia por resultado de
su consumo, la cual origino una respuesta posterior a continuar consumiéndola, creando
una necesidad crónica y con ello dando paso a una enfermedad crónica, teniendo
como pierda angular la necesidad y dependencia en el consumo de las drogas, esto
dio origen a la presencia alteraciones a nivel del tallo cerebral, corteza
cerebral y sistema límbicos, en el tallo cerebral las alteraciones se observan en
cambios de la frecuencia respiratoria y cardiaca, así como trastornos del sueño,
a nivel de la corteza cerebral, presenta dificultad en la toma de decisiones y
la capacidad para resolver problemas y por último en el sistema límbico altera
el cómo percibimos las emociones, el deseo de supervivencia y de reproducción,
todo esto genera cambios conductuales y de relación.
Comprender
el mecanismo de acción de las drogas es fundamental, ya que todas las drogas
compiten, potencializan o inhiben a los neurotransmisores del cerebro, como
serian la dopamina, acetilcolina y el alfa gama amino butírico, afectando la
comunicación inter-neuronal, por ejemplo: las anfetaminas y la cocaína aumentan
la producción de neurotransmisores e impiden que este se recicle, las
anfetaminas y la cocaína aumentan la producción de neurotransmisores e impiden
su recicle, la mayoría de las drogas interfieren con la dopamina, importante en
el sistema límbico, estas alteraciones originan un problema en la comunicación
entre las neuronas, para entenderlo podríamos decir que las neuronas “no se
entienden entre sí”, “no saben de qué se están hablando”, peor que el teléfono
descompuesto, la información no llega o llega mal. , en otra etapa de su
historia natural, aparece la adaptación a su consumo, necesitamos aumentar la
dosis y su frecuencia, llamándose esta etapa de tolerancia, que puede originar
un síndrome de abstinencia, con manifestaciones más floridas y evidentes, cuyos
síntomas principales serian la ansiedad, irritabilidad, nausea, insomnio,
temblores, psicosis y hasta la muerte. El consumo de las drogas deteriora el
autocontrol y la capacidad de tomar decisiones, queremos más droga a pesar de
saber del daño que nos causamos.
En
el consumo de las drogas, existen varios factores que la favorecen, tales como,
la biología, el ambiente, la edad, y asociación con otras entidades nosológicas.
En el ambiente biológico, se menciona la predisponían de tipo genética, hijos
de padres drogadictos tiene hasta un 60% de posibilidades de su consumo, el
ambiente se refiere a factores culturales, amistades, inseguridad y dietéticos,
se ha observado que la suma de estos favorece su consumo, hijos de padres
drogadictos más un ambiente de inseguridad, potencializan su consumo, aquí es
donde yo podría pensar que una educación centrada en la moral, con buenos
principios y madurez, alejan esta predisposición a pesar de factores genético o
ambientales negativos. Un factor que también se ha estudiado es la capacidad de
una sustancia para ser adictiva como en el caso de la heroína, la cual tiene un
potencial muy alto de adicción, muchas veces no se requiere que tanto consumes
la primera vez, si no solo de las características de la misma, o bien la
facilidad para obtenerla como el alcohol o tabaco, que por su precio son
fáciles de adquirir, lo cual a edades tempranas favorece su consumo y su
adicción. Aunado a esto, la edad en el inicio de su consumo es muy importante,
los adolescentes tienen un potencial alto de adicción, en parte por falta en
capacidad de realizar toma de juicios, toma de decisiones, falta de madurez, etc.
A más temprana edad más fácil la adicción. Los trastornos de la personalidad o
psiquiátricos también son factores de riesgo para su consumo, como serían los
pacientes bipolares o esquizofrénicos.
La
consecuencia en el consumo de las drogas no es tan solo a nivel del individuo únicamente,
sus cambios conductuales afectan todo su entorno, primeramente, puede afectar
el núcleo familiar después el social y laboral, hasta inclusiva de tipo legal,
muchos roban para comprar la droga o infringen la ley bajo sus efectos. Lo que
la convierte en un problema de salud pública y legal.
Su
tratamiento no solo se deberá encaminar a las manifestaciones del consumo de la
droga como serían los síntomas, sino también debemos enfocarnos a su entorno,
como sería no permitir el consumo de alcohol en edades tempranas, alejarlos de
ambientes inseguros, apoyo a la familia y orientación a las amistades. Como
toda enfermedad crónica no debemos olvidad las recaídas frecuentes en las
mismas y que solo son una parte del tratamiento, este padecimiento no se cura
solo se controla, y tener mucho cuidado ante nuevas legislaciones como sería el
uso medicinal o con fines lúdicos de las drogas, actualmente se utiliza solo en
el dolor crónico, como el cáncer terminal, lesiones neurológicas fuera de
tratamiento quirúrgico curativo, donde su uso sin control y vigilancia, o bien
su uso indiscriminado favorece la farmacodependencia.
Conclusión:
Ya
desde el siglo pasado se veía que las drogas producían problema en los
individuos, solo con el paso del tiempo y la experimentación científica, se
pudo clasificar como una enfermedad, saber que no solo es un problema de moral
y falta de voluntad es importante entender y comprender los cambios fisiológicos
y funcionales, así como los órganos que son afectados, nos permite verla como
una enfermedad que requiere diagnóstico, manejo, rehabilitación y sobre todo
prevención.
Reflexión:
“Por
qué elegí este tema”, como se inicia en el texto todos conocemos alguna persona
con este padecimiento, la forma en que toma la Dra. Medina Mora y demás autores,
me agrado, una forma sencilla y práctica, entendible a cualquier nivel, no se
requiere ser neurólogo, psiquiatría, psicólogo para comprender la historia
natural y los cambios no tan solo físicos sino también a nivel del sistema
nervioso central, y de cómo considerar, y estar pendiente de las secuelas o
complicaciones del consumo de las drogas, estar alertas ante cualquier indicio de
la misma y por qué no, orientar o solicitar más información en caso de una
posible legalización sin control.
“De donde
partí para iniciar el escrito”, creo que, como cualquier ciudadano, preocupado
por el alto consumo de las drogas, retirarme mi profesión de médico para buscar
que se comprenda básicamente, leer todo el tema y ponerme en los zapatos de los
escritores y de los lectores.
Referencia;
Guerrero Mothelet V. (2013), El cerebro adicto. ¿Cómo ves?
N°. 177, (Pp. 10-14).
México: UNAM.